¿Qué es la Varicela?

El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa causada por un virus, caracterizada por un sarpullido en la piel y otros síntomas como fiebre, tos y conjuntivitis. Este virus se transmite fácilmente por contacto directo o a través del aire. La enfermedad puede prevenirse efectivamente mediante la vacunación, lo cual ha llevado a una significativa reducción en el número de muertes atribuibles a esta causa a nivel mundial.

 

¿Qué es la Varicela?

La varicela es una enfermedad contagiosa provocada por el virus de la varicela-zóster, caracterizada principalmente por un sarpullido que genera ampollas pequeñas llenas de líquido y picazón. Aunque la varicela se puede prevenir eficazmente con vacunación, sigue siendo una enfermedad muy contagiosa, especialmente entre aquellos que no han sido vacunados o que nunca han contraído la enfermedad. El sarpullido de la varicela suele aparecer entre 10 y 21 días después de la exposición al virus y puede durar de 5 a 10 días, acompañado de fiebre, pérdida del apetito, dolor de cabeza, y cansancio​​.

 

Antes de que el sarpullido se manifieste, es posible experimentar síntomas como fiebre, dolor de cabeza y dolor de estómago. El sarpullido inicialmente puede aparecer en la cara, el cuerpo medio o el cuero cabelludo, extendiéndose luego a otras áreas. Puede afectar también la boca, la vagina y los párpados. Aunque la enfermedad suele ser leve en niños sanos, puede haber complicaciones en ciertos casos, especialmente en individuos con sistemas inmunitarios debilitados​​.

 

Síntomas y Signos de la Varicela

Los síntomas y signos de la varicela incluyen fiebre, pérdida del apetito, dolor de cabeza, cansancio, y un sarpullido distintivo que pasa por fases: comienza como protuberancias abultadas, se transforma en ampollas llenas de líquido, y finalmente en costras. Estas lesiones pueden cubrir todo el cuerpo e incluso afectar la garganta y los ojos. La enfermedad es altamente contagiosa, especialmente justo antes de la aparición del sarpullido y hasta que todas las lesiones se han cubierto de costra​​.

 

¿Cómo se diagnostica la Varicela?

La varicela se diagnostica principalmente a través de la observación de los síntomas y el historial clínico del paciente. Los signos y síntomas típicos incluyen:

 

  • Erupción cutánea característica: Comienza como pequeñas manchas rojas que se desarrollan en ampollas llenas de líquido en un par de días. Estas ampollas eventualmente se secan y forman costras. La erupción aparece en oleadas, por lo que es posible ver ampollas, costras y manchas rojas en el cuerpo al mismo tiempo.
  • Fiebre: A menudo aparece justo antes o al mismo tiempo que la erupción.
  • Cansancio y malestar general.
  • Dolor de cabeza.
  • Pérdida de apetito.

Además de la evaluación de los síntomas, en casos donde el diagnóstico no está claro, se pueden utilizar métodos de laboratorio, tales como:

 

  • Pruebas de serología: Para detectar la presencia de anticuerpos contra el virus varicela-zóster (VVZ), que es el que causa la varicela.
  • PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa): Para identificar el material genético del virus en las lesiones cutáneas o en otros fluidos corporales.

En la mayoría de los casos, el diagnóstico se realiza con base en el aspecto de la erupción y el patrón de los síntomas, sin necesidad de pruebas de laboratorio. Sin embargo, las pruebas pueden ser útiles en casos atípicos o cuando se necesita confirmación para fines de salud pública o tratamiento de personas inmunocomprometidas.

 

¿Cómo se transmite la Varicela?

La varicela es una enfermedad altamente contagiosa causada por el virus varicela-zóster (VVZ). Se transmite de persona a persona de varias maneras:

 

  • Por el aire: Cuando una persona infectada tose o estornuda, libera gotitas respiratorias que contienen el virus. Otras personas pueden inhalar estas gotitas y contraer la varicela.
  • Contacto directo: Tocar las ampollas o el líquido de las ampollas de una persona con varicela puede transmitir el virus a otra persona que no esté inmunizada.
  • Contacto con objetos contaminados: El virus puede sobrevivir en superficies y objetos, como juguetes o utensilios, que han sido tocados por una persona infectada o expuestos a sus gotitas respiratorias. Si alguien toca estos objetos y luego se toca la cara, especialmente la boca, la nariz o los ojos, puede infectarse.
  • De madre a hijo durante el embarazo: Si una mujer embarazada contrae varicela, especialmente durante las primeras etapas del embarazo o cerca del momento del parto, puede transmitir el virus a su feto o recién nacido, respectivamente.

Es importante señalar que una persona con varicela es contagiosa desde aproximadamente 1-2 días antes de que aparezca la erupción hasta que todas las ampollas se hayan formado costras, lo cual suele tomar alrededor de una semana. Dado su alto nivel de contagio, las personas con varicela suelen ser aisladas de la escuela, el trabajo y otras actividades sociales hasta que no sean contagiosas.

 

¿Qué complicaciones se pueden presentar con la Varicela?

La varicela suele ser una enfermedad leve en niños saludables, pero puede causar complicaciones serias, especialmente en ciertos grupos de riesgo. Las complicaciones pueden incluir:

 

  • Infecciones bacterianas de la piel y los tejidos blandos: Las ampollas de la varicela pueden infectarse con bacterias, lo que puede llevar a infecciones de la piel más graves.
  • Neumonía: Tanto el virus de la varicela como las infecciones bacterianas secundarias pueden causar neumonía, una infección de los pulmones.
  • Infección del cerebro: La varicela puede provocar encefalitis (inflamación del cerebro) o cerebelitis (inflamación del cerebelo), aunque es raro.
  • Complicaciones en mujeres embarazadas: La varicela durante el embarazo puede causar complicaciones tanto para la madre como para el feto, incluyendo varicela congénita en el recién nacido, que puede resultar en anomalías congénitas, bajo peso al nacer, y otros problemas de salud.
  • Síndrome de Reye: Una condición rara pero grave que causa inflamación del cerebro y daño hepático, a menudo asociada con el uso de aspirina durante la varicela o la gripe en niños y adolescentes.
  • Neumonía viral o bacteriana: Es más común en adultos que contraen varicela y puede ser grave.
  • Infecciones oculares: La varicela alrededor de los ojos puede conducir a infecciones conjuntivales o queratitis.
  • Problemas hemorrágicos: La varicela puede afectar la capacidad de la sangre para coagular y provocar sangrado excesivo.
  • Septicemia: Una infección bacteriana grave que se propaga por el torrente sanguíneo.
  • Desórdenes del sistema nervioso: Además de la encefalitis, la varicela puede causar ataxia (pérdida de control muscular durante los movimientos voluntarios) y Guillain-Barré (un trastorno raro donde el sistema inmunitario ataca a los nervios).

Las personas con sistemas inmunitarios debilitados, los recién nacidos, los adultos sin inmunidad previa y las mujeres embarazadas son particularmente susceptibles a estas complicaciones. La vacunación contra la varicela es una medida efectiva para prevenir la enfermedad y reducir el riesgo de complicaciones.

 

Tratamiento para la Varicela

El tratamiento para la varicela suele enfocarse en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones, ya que la enfermedad es causada por un virus y, en la mayoría de los casos en niños saludables, se resuelve por sí sola. Sin embargo, existen varias estrategias y medicamentos que pueden utilizarse para manejar los síntomas y abordar casos más graves o en personas de alto riesgo:

  • Cuidado en casa:
    • Mantener una buena higiene de la piel para evitar infecciones secundarias.
    • Uso de lociones calmantes, como calamina, para aliviar la picazón.
    • Mantener las uñas cortas para evitar rascar las vesículas y provocar infecciones.
    • Baños de avena o baños con bicarbonato de sodio para aliviar la picazón.
    • Antihistamínicos orales: Medicamentos como la difenhidramina (Benadryl) pueden ayudar a controlar la picazón.
  • Paracetamol o ibuprofeno: Para aliviar la fiebre y el dolor. Es importante evitar el uso de aspirina en niños y adolescentes debido al riesgo de síndrome de Reye, una enfermedad grave que puede afectar el hígado y el cerebro.
  • Antivirales: En algunos casos, especialmente en adultos, adolescentes, mujeres embarazadas y personas con sistemas inmunológicos debilitados, se pueden recetar medicamentos antivirales como el aciclovir, valaciclovir o famciclovir. Estos medicamentos son más efectivos si se inician dentro de las primeras 24 a 72 horas después de la aparición de la erupción.
  • Inmunoglobulina varicela zoster (IGVZ): Para individuos de alto riesgo que han estado expuestos al virus, como personas inmunocomprometidas o mujeres embarazadas sin inmunidad previa, la IGVZ puede ofrecer protección contra la enfermedad o disminuir su gravedad.
  • Vacunación post-exposición: La vacuna contra la varicela puede administrarse a personas no inmunizadas que han estado expuestas al virus recientemente, generalmente dentro de las 72 horas posteriores a la exposición, para prevenir la enfermedad o hacerla menos grave.

 

El manejo específico debe ser siempre supervisado por un profesional de la salud, quien puede proporcionar las recomendaciones adecuadas basadas en la edad, el estado de salud general del paciente y la severidad de la enfermedad. La prevención a través de la vacunación sigue siendo la estrategia más efectiva para controlar la varicela y prevenir sus complicaciones.

 

Estadísticas Mundiales sobre la Varicela

A nivel mundial, la varicela sigue siendo una preocupación de salud pública significativa, aunque los esfuerzos de vacunación han tenido un impacto notable en la reducción de su incidencia. Según un estudio publicado en el Journal of Medical Virology, hasta 2019, se registraron aproximadamente 83,963,744 casos de varicela y 14,553 muertes a nivel mundial cada año. Se observó un leve aumento en la tasa de incidencia estandarizada por edad de la infección por el virus varicela-zóster (VZV) a nivel global, mientras que las tasas de mortalidad y los años de vida ajustados por discapacidad (DALYs) asociados con la enfermedad disminuyeron desde 1990 hasta 2019. Las regiones con un índice sociodemográfico (SDI) más alto registraron las tasas de incidencia estandarizadas por edad más elevadas en 2019, mientras que las regiones con un SDI bajo presentaron las tasas más bajas. Sin embargo, es crucial prestar atención a los grupos más jóvenes y mayores, así como a las regiones con un SDI bajo, donde la carga de la enfermedad sigue siendo significativa​​.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe la varicela como una enfermedad aguda altamente contagiosa causada por el VZV. Aunque generalmente es una enfermedad leve en la infancia, puede ser más grave en adultos. La mayoría de los casos ocurren antes de los 10 años en climas templados. La vacunación ha demostrado ser una herramienta eficaz en la prevención de la varicela, y existen vacunas atenuadas basadas en la cepa VZV de Oka, modificada a través de la propagación secuencial en diferentes cultivos celulares. Desde marzo de 2016, la OMS mantiene un sistema actualizado para la visualización de vacunas precalificadas, incluyendo las vacunas contra la varicela​​.

 

Estas estadísticas y esfuerzos de vacunación subrayan la importancia de las campañas de inmunización para controlar la incidencia de la varicela a nivel mundial, destacando especialmente la necesidad de centrarse en las poblaciones más vulnerables y en las regiones con menor acceso a la vacunación.

 

Prevención de la Varicela

La prevención de la varicela se puede lograr eficazmente mediante la vacunación, que es el método más directo y eficaz para prevenir la enfermedad. La vacuna contra la varicela ofrece protección contra el virus varicela-zóster, el cual causa la enfermedad. Aquí te detallo algunas estrategias de prevención:

 

  • Vacunación: La vacuna contra la varicela es segura y efectiva para prevenir la enfermedad. Se recomienda administrar dos dosis de la vacuna a niños, adolescentes y adultos que no han tenido varicela. La primera dosis se administra generalmente entre los 12 y 15 meses de edad, y la segunda dosis entre los 4 y 6 años de edad.
  • Evitar el contacto con personas infectadas: Dado que la varicela es altamente contagiosa, evitar el contacto cercano con personas infectadas puede prevenir la transmisión del virus. Esto es especialmente importante para personas que tienen un alto riesgo de complicaciones graves, como recién nacidos, embarazadas, y personas con sistemas inmunitarios debilitados.
  • Aislamiento de personas infectadas: Las personas con varicela deben quedarse en casa y evitar la escuela o el trabajo hasta que todas las ampollas hayan formado costras, lo cual generalmente toma alrededor de una semana. Esto ayuda a prevenir la propagación del virus a otras personas.
  • Higiene de manos: Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón puede ayudar a prevenir la propagación del virus. Es una buena práctica de higiene que puede reducir el riesgo de muchas infecciones, incluida la varicela.
  • Desinfección de superficies: Limpiar y desinfectar regularmente las superficies y objetos que se tocan con frecuencia puede ayudar a eliminar el virus y prevenir su transmisión.

La implementación de estas estrategias de prevención, especialmente la vacunación, ha llevado a una disminución significativa en la incidencia y gravedad de la varicela en muchos países. Es importante consultar a un profesional de la salud para obtener recomendaciones específicas de vacunación y medidas preventivas adecuadas para ti o tu familia.

 

Vacunación contra la Varicela

La vacuna contra la varicela es altamente recomendada para prevenir la varicela, una enfermedad que puede ser leve pero también tiene el potencial de ser grave, especialmente en bebés menores de 12 meses, adolescentes, adultos, embarazadas y personas con sistemas inmunológicos debilitados. La vacunación consiste en dos dosis, administradas generalmente a los niños a los 12-15 meses y luego una segunda dosis entre los 4-6 años. Los adultos y adolescentes que no están inmunizados contra la varicela también deberían recibir dos dosis de la vacuna. Es importante saber que la vacuna puede administrarse al mismo tiempo que otras vacunas, y en algunos casos, a niños entre 12 meses y 12 años, se les puede ofrecer junto con la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola) en una sola inyección, conocida como MMRV​​.

Sin embargo, hay personas que deben evitar la vacuna contra la varicela o esperar para recibirla, incluidas aquellas con VIH/SIDA, enfermedades que afectan al sistema inmunológico, tratamientos que afectan al sistema inmunológico, cáncer o quienes reciben tratamiento contra el cáncer, han tenido transfusiones de sangre recientes o recibido productos sanguíneos​​. Existen dos vacunas contra la varicela autorizadas en Estados Unidos: Varivax®, que contiene solo la vacuna contra la varicela, y ProQuad®, que combina las vacunas contra el sarampión, las paperas, la rubéola y la varicela (MMRV). Varivax® está autorizada para personas de 12 meses de edad en adelante, mientras que ProQuad® está solo autorizada para niños de 12 meses a 12 años de edad​​.

A pesar de la vacunación, algunas personas vacunadas pueden contraer la varicela, aunque generalmente en una forma más leve, con menos ampollas y poco o ningún fiebre. Además, vacunarse después de estar expuesto a alguien con varicela puede prevenir la enfermedad o hacerla menos grave, y proteger contra exposiciones futuras​​.